domingo, 21 de mayo de 2006

Jose U.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Quién eres? Te he leído de piez a cabeza, de derecha a izquierda, al derecho y al revés. Desde Sísifo, hasta eppure si muove, pasando por Darth Vader llegando hasta los Hooligans venezolanos. Podrías sin problemas catalogarme como Voyuer de "rostros del viento" y aun así no me canso. No me canso de reconocerme sin conocerte, de devorarme cada letra una a una. ¿Quién carajo eres tu?

Jose Urriola dijo...

Mi estimado anónimo,
gracias por tu lectura. Más allá de un acto de falsa modestia o egocentrismo es realmente bonito poder decirle a alguien: Gracias por leerme. Coño, porque hay infinidad de buenas lecturas, de clásicos, de grandísimos escritores que uno no tiene el tiempo ni las ganas suficientes para leer... y sin embargo en medio de ese panorama tan frustrante hay gente que se toma un tiempo para leer lo que uno escribe, para dejarte un comentario, para preguntarse quién carajos es uno. A mí eso me obsequia un poco de sentido, una inyección anímica.

Soy ése, el de la foto, creo que lo que mejor me define es esta cosa torpe y honesta que escribo. Digamos que tú sabes mucho más de quién soy yo que un gentío que me ha conocido.
Un abrazo,
J.U.

Anónimo dijo...

Más allá de felicitarte por tu pluma, más allá de hacerte sentir especial, invierto horas enteras en organizar mis ideas para explicar en palabras sencillas lo que me producen tus letras. ¿Halagador no?

Me pregunto mil veces si los comentarios que recibes logran dilucidar la intencionalidad de tus historias, si tus relatos son de un imaginario vivido o por vivir, de tu bagaje personal o prestado. Por eso no me atrevo a interpretar por respeto a lo que escribes seguramente por timidez. Aún sabiendo que de pronto mi reinterpretación te pudiera reinventar, reinventándome. Por eso me pregunto e insisto, ¿quién carajo eres tu? La torpeza te hace humano, la ciencia ficción te vuelve etéreo y la cotidianidad te hace real. Caigo en mis reinterpretaciones. Llanamente hablando tus letras son un constante “voltéate pa’que te enamores” a la enésima potencia.

Tienes razón podría leer otros autores y miles de clásicos que están en mi “to do list”, infinidad de autores que se me acumulan en la mesa de noche. Elijo leerte, elijo verte porque eres más que el de la foto pero no logro descifrar quién. Aún conociéndonos nunca te hubiera conocido realmente.

Anónimo dijo...

Estimado anónimo:

Que bello te expresas de mi hermano. Al igual que tú, yo paso muchas horas leyendo y releyendo todo lo que escribe. Me encanta como pasa de sus graciosísimas anécdotas, a la crítica y a los cuentos cargados de melancolía.

Jose es el de la foto. Un chamo
inteligente y humilde en grado superlativo. A pesar de lo joven, con unas vivencias
interesantísimas. Tiene un gusto exquisito para la música y el cine, de excelentes sentimientos, buen hermano, hijo y amigo.

Un poco nostálgico, con una manera muy particular de ver y entender la vida. Detallista, claro en sus ideas, firme en sus decisiones. No se que más decirte sino que ojalá lo conocieras para que pudieras unir las ideas que te formaste con lo que vemos quienes estamos cerca de él.

Anónimo dijo...

Mi cuento preferido de pequeña tenía como protagonista a una niña de nombre Margarita.

Interesante ejercicio, hablar del escritor en tercera persona. Gracias a lo vivido y a una sensibilidad y apertura de ánimo particular, se puede lograr hilvanar pensamientos que conmueven. La cotidianidad de las voces y lo cercano del narrar ayudan a que el objeto central del relato sea identificado, reconocido y a veces hasta apropiado por el lector. Ese don es de pocos. Una vez más, caigo en mis reinterpretaciones. Su forma de ver y entender la vida es singular más no particular, no es específico, posee matices de rojo, azul y gris que se acentúan o atenúan de acuerdo con el reflejo de la luz.

Sería imposible para mí conocer al escritor, visto que nos separan unos cuantos husos horarios pero el deseo subsiste. Sin embargo, aún conociéndolo nunca lo hubiera conocido realmente.

María Margarita tu también eres parte de su pluma. La presencia femenina es una constante en sus relatos. Cuídalo como un tesoro...

Anónimo dijo...

Mi estimada anónima:
Entre Ud. y mi querida hermana me tienen ruborizado y sin palabras. Además de profundamente agradecido, claro está. Ahora la curiosidad la tengo yo: ¿Quién carajo serás tú? ¿Cuántos husos horarios son esos? ¿De verdad no nos conocemos de nada?
Bueno, seguiremos interpretándonos y reinterpretándonos, un abrazo.
JU

Anónimo dijo...

Ya no sabía quien eras y ahora te apareces sin perfil...se pone dificil la cosa.