martes, 6 de junio de 2006

Esas cosas de Caracas a las que jamás te acostumbras


- Que la gente cruce a pie la autopista. Caminandito, aunque sea de noche, no se trata de perder la compostura por tenerle miedo a un carro que se viene encima a 120 Kph.

- Las direcciones explicadas donde te avisan puntualmente dónde te puedes comer las flechas.

- Que el carajo que se come la flecha tiene el mismo derecho a insultarte que tú cuando se lo reclamas.

- Que los drogadictos regenerados vendan lapicitos, calcomanías y galletitas en los semáforos. Durante años. Y con eso se hacen un oficio.

- Que la gente se haga las uñas de los pies en pleno centro de Caracas.

- Que al lado haya un tipo haciendo arroz chino sobre la acera

- Y al otro lado hay una mujer que monopoliza un microondas para que los peatones calienten la comida. La electricidad la roba de un poste del alumbrado público.

- Del mismo poste público sale otro cable, para un improvisado centro de conexiones telefónicas donde se anuncian las tarifas para llamadas a celulares y a destinos internacionales.

- Que aún hoy día, en pleno 2006, utilizar palabras como bonito, bello, chiquito sea motivo de burla. “Ayyyyyy, papá. Este sí es marico”.

- Que en Caracas el tráfico sea tan neurótico que nadie sepa cuáles son en definitiva las horas pico. La ciudad se colapsa y se aligera como mejor le da la gana y a la hora que le provoque.

- Que en el cine nacional le sigan apostando a Román Chalbaud a la hora de repartir el presupuesto.

- Que calles enteras hayan desparecido debajo de los manteles de los buhoneros.

- Que las películas lleguen primero a los buhoneros de la autopista que a los cines o a los videoclubs.

- Que haya varios buhoneros especializados en películas de arte y ensayo.

- Que todo, al final, sobre todo las cosas que prentenden ser más in y cool, terminan siendo extractos de Sábado Sensacional. Y nadie parece darse cuenta.

- Que nadie parezca acordarse, en medio del caos, de que el Ávila sigue allí. Menos mal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo pensaba que Caracas y Venezuela era un caos, ven a vivir a la ciudad de las piramides para que sepas lo que es manejar a la buena de Ala, sin reglas que se respeten, sin semaforos, pasarelas, en una ciudad de mas de 18 millones de habitantes, donde la unica regla de transito q prevalece es la de la corneta, eso si es un caos, ni decir de la gente en carretas, burros, senoras grodas cruzando por el medio de una autopista full de carros, con la unica conviccion q Ala esta de su parte, eso si es dificil de entender y mas aun de acostumbrase.